El último portaaviones de Latinoamérica zarpa para su última viaje

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Después de cinco años atracado en el Arsenal de la Marina de Río de Janeiro (AMRJ), el problemático portaaviones NAe São Paulo (A-12) de la Marina de Brasil, el último portaaviones operado por un país latinoamericano, zarpó para su último viaje a un astillero en Turquía, donde será desguazado. El país desistió de modernizarlo después de numerosos problemas.

El portaaviones francés Foch (R99) de la clase Clemenceau fue adquirido de segunda mano a Francia a principios del siglo y entregado operativo al país sudamericano el 15 de diciembre de 2000; su objetivo era reemplazar al viejo y veterano NAe Minas Gerais (A-11), que estuvo en operación con la Armada de Brasil durante casi medio siglo, entre 1956 y 2001. Sin embargo, tres años después de la adquisición, el portaaviones empezó a dar quebraderos de cabeza; en mayo de 2004, una explosión en un conducto de la red de vapor del buque mató a tres tripulantes e hirió a otros siete.

Entre 2005 y 2010, el barco se sometió a un extenso programa de revitalización. Sin embargo, las deficiencias en los motores, en el eje de propulsión y en las catapultas utilizadas para lanzar y recuperar la aeronave resultaron ser más graves de lo esperado. El Almirantazgo decidió entonces contratar a un experto en ingeniería que pudiera definir la conveniencia de realizar la reconstrucción del portaaviones, utilizando su casco, como han hecho otros países como Rusia, India y China; y el resultado fue negativo.

Después de cinco años, en julio de 2010, la NAe São Paulo (A-12) volvió al servicio activo revitalizado y con algunas modernizaciones. Se reemplazaron kilómetros de tuberías de agua, vapor y combustible, se raspó y repavimentó toda la cubierta de vuelo, se realizaron trabajos estructurales en las cubiertas interior y exterior; se han revitalizado catapultas de lanzamiento de los aviones y sensores; además, se realizó una revisión general de la propulsión y se trabajó para solucionar la vibración en uno de los ejes que provocó el último atraque del buque. El sistema de aire acondicionado se ha modernizado y ampliado, además de la incorporación de nuevos sistemas de defensa antiaérea.

En 2015, el gobierno brasileño anunció que el portaaviones se sometería a un programa de modernización previsto hasta 2019. Con esta modernización, la vida útil del buque se extendería por otros 20 años más, hasta el 2039, mientras que la Armada de Brasil buscaba la adquisición de un nuevo portaaviones. Sin embargo, en 2017, debido a la fuerte crisis económica que atravesaba Brasil y los problemas que surgían con el NAe São Paulo, la Armada decidió abandonar el programa de modernización y ahorrar recursos para adquirir otro portaaviones en el futuro.

Después de desactivarlo, la Armada de Brasil anunció que después de retirar los sistemas, armas y tecnología integrada, el portaaviones se subastaría, a pesar de los esfuerzos por convertirlo en un museo aeronáutico; eso no tuvo éxito. El 12 de marzo del año pasado, el casco fue adquirido por el astillero turco Sok Denizcilikve por US$ 2,4 millones de dólares. Finalmente, este jueves 4 de agosto, el NAe São Paulo partió de Río de Janeiro en su último viaje a Turquía, llevado por el remolcador holandés Alp Center para ser desguazado. 

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    By: Erick Cerqueira

    Amante de la aviación desde el nacimiento, trillando caminos hacia vuelos más altos.

    Bachillerato en Relaciones Internacionales por la Federal University of Sergipe (UFS).

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