La cumbre y el AIFA espejismo

La operación de los vuelos tanto del gobierno norteamericano como el canadiense en el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) del pasado domingo 8 de enero, durante la visita oficial para llevar a cabo la cumbre tripartita en nuestro país, trae consigo connotaciones de división en nuestra sociedad en hueca satisfacción entre los entusiastas del régimen en el poder al percibir dicho aeropuerto como “todo un icono aeroportuario” -dadas dichas operaciones- que en  materia aeroportuaria abandera el gobierno federal ante la cruda realidad de que dicho aeródromo militar habilitado como aeropuerto internacional, simplemente nos es funcional para la aviación comercial.

Falsa Premisa

Y es que en la realidad bien pudo existir toda capacidad técnica de haber recibido ambas aeronaves militares en la entonces base aérea militar “Santa Lucía” de haber sido el caso, para lo cual tampoco era necesaria la actual infraestructura creada con todo el ánimo de justificar en sustitución lo que hubiera sido una magna obra en Texcoco, donde el ahora AIFA destinado a desahogar la saturación del actual AICM simplemente en la práctica deja de cumplir con la expectativa para el cual fue creado. Incluso se hizo viral la nota de conocido periodista quien asumió de manera equivoca que “el  Servicio Secreto norteamericano jamás se inclinaría por una decisión política sino de seguridad por lo cual sería el arribo del Boeing 747 de Biden en el AICM” –sic- cuando quedó demostrado prevaleció lo primero pues la seguridad en materia técnica en el AIFA para albergar dicha operación militar fue evidentemente posible.

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El Espejismo

Pero más allá de divisionismos, clasismos, pros y contras emanados del novedoso evento resulta de risa hasta los tan socorridos “memes” más ingenuos que de ingenio donde -por ejemplo- que en espejismo se exhibe el  flamante “Air Force One en esa Central Avionetera” haciendo alusión de una supuesta pero inocente superioridad aeroportuaria que sin bien de bajo rango tampoco lo es, el AIFA carece de esa factibilidad, esa cualidad de capacidad técnica que requiere la estricta aviación comercial en su exigente operatividad, esa asertividad en el desahogo del plan de vuelo almacenado acorde a los estrictos “slots” plasmados conforme a las reglas de la Ley de Aeropuertos radicados en el Comité de operación y Horarios presidido por un elemento castrense neófito en la materia  pero al frente de ese recinto aeroportuario sin certificación como tal al estándar internacional bajo las reglas de la OACI aunque dicho sea de paso.

Impunidad

Pero si lo anterior fuera poco  para todo efecto de asegurar la crítica operación de las trayectorias de vuelo que le caracterizan al AIFA,  la ahora militarizada Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) decidió eventualmente cancelar e incluso restringir oficialmente –mediante los NOTAM´s correspondientes- la operación del aeropuerto de TLC así como el de Atizapán y en una trastada en práctica sin precedentes esta autoridad aeronáutica instruyó a los Comandantes de los aeropuerto de PBC y PCA en disuadir y en su caso suspender de operaciones los vuelos en esas terminales aéreas durante la hora de los vuelos en  arribo de los mandatarios aludidos el pasado domingo, pero para quien esto no le parezca para eso está el uso discrecional del art. 7 BIS  fracc. I de la Ley en la materia que le da toda la facultad de cancelar operación de vuelo alguno así sea de manera subjetiva pues en este contexto no establece proceso o metodología alguna en tan alevosa ejecución que es simplemente verbal.

Cruda Realidad

Pero para  muestra basta un botón y más allá de un aeropuerto también carente de capacidad financiera pues la operación de éste cuesta 75 más de lo que percibe, pues presenta pérdidas de más $22 millones de pesos al mes según el Instituto Nacional de Investigaciones Jurídico Aeronáuticas (INIJA) mismos pagados en esa necedad gubernamental por nosotros los contribuyentes donde ni siquiera existe combustible gas-avión para la aviación menor y tan solo ahí están las aerolíneas comerciales operantes en el AIFA de manera obligada, en ese sometimiento emanado desde Palacio Nacional donde un Aeroméxico tratando de hacer gala de su calidad y experiencia, un Volaris experimentando nuevas rutas internacionales, un Viva Aerobús en la intentona de abrir nuevos mercados pero todos tan coaccionados como desanimados, pues a fuerza de negarse sus enojos todas operando con números rojos y mas más allá de toda visita del par de visitantes operaciones militares visible en un AIFA para la Aviación Comercial inservible…

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