La historia del Boeing C-97 que se estrelló en la carretera México – Toluca

Fue el 30 de julio de 1987 que un avión de carga Boeing C-97 Stratofighter, con matrícula HI-481, convertido a carguero y operado por la aerolínea Belize Air International, se estrelló sobre la autopista de México a Toluca luego de no poder ganar altitud después del despegue en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). El avión realizaba un vuelo de carga llevando 18 caballos campeones para llevarlos a una competencia ecuestre en Miami como parte de los Décimos Juegos Panamericanos, por lo que tenía como destino el Aeropuerto de Fort Lauderdale, Florida (FLL). Además de los caballos, había 4 tripulantes y 8 pasajeros a bordo.

El avión despegó a las 17:01 LT por la pista 23 izquierda (L) con su preciada carga, pero minutos después del despegue comenzó a tener problemas para ganar altitud, el altímetro falló y la tripulación estuvo maniobrando como pudieron para evitar impactar contra edificios, uno de ellos el de oficinas de Mexicana de Aviación y el World Trade Center que entonces todavía era el inconcluso Hotel de México. Lograron evitarlos, pero decidieron buscar un lugar en dónde poder hacer un aterrizaje de emergencia.

• También podría interesarte: Avianca 052; el Boeing 707 que se quedó sin combustible en Nueva York

Para complicar más las cosas, hubo un problema con el tren de aterrizaje que causó un corto circuito que ocasionó fuego y humo en la cabina, y humo de los motores. Finalmente los pilotos intentaron aterrizar en la congestionada autopista entre México y Toluca por falta de opciones y que tenía el habitual tráfico de la tarde. El avión golpeó la autopista con la panza y también impactando con varios vehículos; de hecho pasó por debajo de un puente, un ala se atoró con un poste de cables de alta tensión derribándolo, causando un apagón eléctrico en el área alrededor; el avión se partió y una sección fue hasta el restaurante “Tras Lomita” y la otra sección contra un edificio de tres pisos.

Luego del choque con los edificios el avión explotó y muchas partes golpearon una gasolinera que estaba junto, causando un fuerte incendio. Los servicios de emergencia llegaron pronto y lograron sacar con vida al piloto del avión, Frederick Moore, y al copiloto Robert Banty, ambos estadounidenses. De los 18 caballos que transportaba, 15 murieron en el accidente, dos tuvieron que ser sacrificados por la policía en el lugar ya que estaban con heridas graves y solo uno pudo ser sacado con vida del lugar. Otras 12 personas fueron evacuadas con helicópteros para ser llevadas a la Cruz Roja con quemaduras de tercer grado, además de otras 7 personas que fueron llevadas por tierra a otros hospitales.

Al menos 25 automóviles fueron impactados directamente por el avión en el accidente y se incendiaron, y al menos 44 personas en tierra murieron, con lo que el número de víctimas mortales fue de alrededor de 50 personas. Los oficiales en el lugar reportaron que el avión dejó un camino de destrucción de unos 200 metros desde el punto de impacto, sobre la autopista y el área pública en donde estaba el restaurante y la gasolinera.

Los pilotos se quedaron en México en calidad de detenidos mientras se realizaban las investigaciones del accidente, y se determinó que durante el despegue los caballos se asustaron y corrieron alrededor del compartimiento de carga, causando que se cambiara el centro de gravedad. Después vino el corto circuito que causó una descompostura del tren que a su vez causó algunos pequeños fuegos en el fuselaje, lo que acabó de asustar más a los caballos. Por ello se perdió el control del avión, no se pudo realizar el ascenso y a falta de otras opciones, “aterrizaron” sobre la autopista causando la muerte y destrucción descritos arriba.

Desde luego, todos quienes perdieron seres queridos en este trágico accidente, incluyendo los valiosos caballos, o quedaron con heridas de gravedad, no olvidarán nunca esta tragedia. Sin embargo, al paso de los años se han borrado completamente todos los vestigios de aquella aciaga tarde lluviosa: el restaurante y la gasolinera fueron reconstruidos al igual que el puente peatonal y todo lo que en su momento fue destruido. El lugar tiene un muy alto tránsito a todas horas pues es una de las conexiones de la Ciudad de México hacia Cuajimalpa y Toluca.