Aerosucre de Colombia: un desastre en progreso | Parte 3
Empleados y exempleados de Aerosucre han compartido con Transponder 1200 sus experiencias en la aerolínea de carga y las faltas a la seguridad que hoy les preocupan. Se habló de Informes de Riesgo Operacional (IRO) de mercancías peligrosas no informadas y de reportes de seguridad que no fueron atendidos o manejados como ameritaban ser.
Mencionaron su preocupación por el sobrepeso en los vuelos y cómo Aerosucre hace cuadrar los números en los manifiestos de peso y balance para evitar dejar evidencia. Revelaron que se ofrecen -y aceptan- coimas para operar vuelos que violan las regulaciones establecidas. Declararon que se vive una constante mala organización en los itinerarios que induce y agrava la fatiga en algunos los tripulantes.
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Los testimonios volcados anteriormente son reflejo de una genuina preocupación por parte de los empleados por la seguridad en las operaciones. Los problemas relacionados a la capacitación, mantenimiento de aeronaves, fallas en la planeación, así como el continúo sobrepeso de los aviones son factores que combinados van a derivar en un hecho lamentable.
Como mencionamos en entregas anteriores, después de escuchar los testimonios de la gente de Aerosucre es inevitable recordar casos como el de LAPA. Un accidente evitable en una aerolínea cuya negligencia los hacía operar muy por encima de los niveles de riesgo aceptables. Las faltas desde la empresa y la complicidad de las autoridades desencadenaron en el resultado que conocemos. También nos lleva a rememorar el accidente de LaMia que transportaba al equipo de futbol brasileño Chapecoense. Una serie de malas decisiones y gestiones -con poco o nada de orientación a la seguridad- decantaron en un accidente evitable.
El objetivo de este reportaje no es señalar culpables ni perjudicar a nadie, sino todo lo contrario; buscamos que se mantenga la seguridad en la aviación. Recordemos que en la aviación la seguridad la hacemos todos: empresa, autoridad y trabajadores. Cada uno de estos actores forma parte de un engranaje de una máquina que debe trabajar bien aceitada.
La aviación la hacemos todos
En la aviación la prioridad número uno es la seguridad y es deber de la dirección de la empresa asegurarse que esto se respete. Por supuesto que es importante generar ganancias, pero jamás a costa de elevar los riesgos por encima de los niveles permitidos. Cuando uno opera bajo estas condiciones durante cierto tiempo, termina normalizando el alto nivel de riesgo. Por eso, a los operadores aéreos se les exige disponer de mecanismos de reporte, así como atenderlos y tomar medidas para preservar la seguridad en sus operaciones. Por su parte, las autoridades tienen que mirar a profundidad y controlar que las compañías cumplan con las reglamentaciones.
Desde Transponder1200 estamos comprometidos con mantener la seguridad en la aviación. Es responsabilidad de todos que siga siendo el medio de transporte más seguro. Cuando los procesos o los canales para reportar irregularidades no funcionan debidamente, es fundamental encontrar otros medios. Esperamos que este reportaje cumpla con el objetivo y, finalmente, se puedan atender los reportes como debió haber sido desde un inicio.
Foto: Flickr/Alec Wilson