La historia del paracaidismo
El sueño de volar es probablemente tan antiguo como la humanidad. Descubrir la historia del paracaidismo no es fácil, sin embargo, aquí hay algunos datos para que tengas una idea de ella.
En la Historia, encontramos a los chinos como los precursores de la idea del paracaídas. Ellos construyeron una especie de paraguas para realizar saltos desde torres especiales. Por supuesto, no podían considerarse paracaídas, pero fueron los primeros intentos.
En el siglo XV encontramos al genio de todos los tiempos, Leonardo da Vinci, pintor, escultor, matemático, científico, ingeniero, diseñador y constructor de muchos aparatos. Estudió el vuelo de los pájaros y sacó conclusiones que hasta hoy son consideradas básicas en la ciencia aeronáutica.
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El paracaídas que él diseñó era de forma piramidal, como se puede apreciar en sus dibujos. Su idea original, era idear un aparato que sirviera a las personas que estuvieran en un edificio alto que se estuviera incendiando. Aunque no sabemos si él probó este paracaídas, muchos consideran a Leonardo da Vinci como el “Padre del Paracaidismo”.
En el año 1616 encontramos a otro italiano, Fausto de Veranzio, que publicó un libro llamado “Machinae Nova”, en el cual aparecía un dibujo llamado “Homo Volans”, que mostraba a un hombre saltando de una torre con un paracaídas rectangular, con cuatro líneas sujetas al cuerpo en forma de arnés. Este paracaídas es muy similar al que se usa actualmente en Paracaidismo Deportivo.
En 1779, Sebastián le Normand, físico francés, hizo una serie de estudios con paracaídas, efectuando lanzamientos con animales. Debido al número de experimentos que realizó, podemos considerarlo como el primer constructor sistemático del paracaídas.
Fue en 1785 que Jean Pierre Blanchard, francés dedicado a volar en globo, diseñó y construyó el primer paracaídas con cúpula de seda que se podía empacar. Hasta esa fecha, todos los paracaídas eran construidos con un armazón, que mantenía la cúpula abierta. El saltó desde un globo en 1793, y se quebró las dos piernas.
Hay muchas versiones acerca de quién fue el primer hombre en saltar en paracaídas. Pero el primer salto de exhibición indiscutido fue el 27 de octubre de 1797, cuando André Jacques Garnerin saltó desde su globo sobre París.
Su esposa, Geneviève Labrosse fue la primera mujer que saltó en paracaídas, en 1798. Su sobrina Elisa saltó 40 veces entre 1815 y 1836.
El primer hombre que usó el paracaídas como salvavidas fue Judaki Kuparento, quien en 1808 saltó sobre Varsovia desde su globo que se estaba incendiando.
En 1837 ocurrió el primer accidente fatal en la historia del paracaidismo. Roberto Cocking saltó desde 5,000 pies de altitud con un paracaídas que había construido en forma de cono invertido.
En 1885 Thomas Balwing inventó el arnés.
Acerca del primer salto efectuado desde un avión en vuelo, pude encontrar diferentes opiniones. En algunos escritos aparece Grant Morton como el primero. En otros, aseguran que fue el Capitán
Albert Bery, del Ejército de los Estados Unidos, quien hizo el primer descenso exitoso desde un avión el 1 de marzo de 1912.
Con la primera caída libre, un salto efectuado con apertura retardada en 1914, comenzó
el salto libre deportivo.
Este deporte no alcanzó popularidad hasta la década de 1950, cuando algunos entusiastas franceses empezaron a saltar por entretenimiento. Experimentaron caídas libres y diseñaron nuevos paracaídas, que fueran más fáciles de conducir.
La Asociación de Paracaidismo de Estados Unidos (USPA) fue creada en 1946 como Asociación Nacional de Saltadores y Empacadores de Paracaídas, para promover el paracaidismo como un deporte seguro. En 1957, se transformó en el Club de Paracaidismo de América (PCA) y, en 1968, recibió su nombre actual.
El primer campeonato de paracaidismo se realizó en 1951 en Yugoslavia.
El 16 de Agosto de 1960, el capitán de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos de América, Joseph W. Kinttinger realizó un salto de altura desde un globo sobre el Estado de Nuevo México. La altura fue registrada en 102,800 pies, alcanzando una velocidad terminal en caída libre de 1005 kph, velocidad marginalmente supersónica.
Su descenso tuvo una duración aproximada de 4,8 minutos. Durante su caída libre utilizó un paracaídas estabilizador de 6 pies, logrando así establecer el más osado reto de saltos de altura.
Actualmente este récord se encuentra registrado en el Libro de Guiness, el cual entregó su primer espacio al Paracaidismo Moderno.
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