Las aerolíneas comerciales listas para regresar con todo

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Tuvo que llegar una pandemia para que la gran mayoría de las aerolíneas recompusieran sus sistemas de trabajo, itinerarios y financieros.

En dos meses, la cantidad de desempleados fue brutal, el número de aeronaves regresadas a manos de los arrendadores no ha tenido precedente incluso, ni siquiera en los trágicos eventos de 2001.

Sin embargo, algo bueno tuvo esta crisis: sentar en la realidad a las organizaciones y poner un alto al ambicioso y desmedido crecimiento que lejos de haber ayudado a mejorar la calidad de los empleos, estos, sí bien fueron más, las condiciones laborales y de salario no lo fueron.

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En menos de 10 años (1990-2000), transitamos de las aerolíneas tradicionales a las de bajo costo y esto trajo una consecuencia visible para las aerolíneas tradicionales: el sobre endeudamiento y crisis en manejo de costos.

Ahora, en pleno 2020 y sin proponérselo, a raíz de esta tragedia de bioseguridad, se les presenta a todas las aerolíneas una oportunidad para reacomodar todas aquellas piezas que no eran susceptibles de hacerlo durante la marcha natural del negocio.

Aunque se perdieron y perderán empleos en los siguientes meses (e incluso años) no significa que todo está perdido.

La capacidad de seguir transportando personas seguirá creciendo incluso con el riesgo de contagio de este virus u otros conocidos porque ya aprendimos lo que podemos y no podemos hacer durante el manejo de estas crisis y una de las lecciones más costosas ha sido interrumpir la cotidianidad de la vida y tránsito de los pasajeros.

La demanda de transporte seguirá creciendo y a pesar de que una gran mayoría de aerolíneas dejará de operar rutas y pondrá más aeronaves en tierra, no significa que no haya quienes ya tienen vista la oportunidad de negocio y meterse no a competir, pero si a llenar los huecos que las aerolíneas tradicionales y de bajo costo dejaron.