Los pequeños agujeros en las ventanillas de los aviones, ¿para qué sirven?
Probablemente si sean ocupantes perpetuos de los asientos con ventanilla en los aviones como yo, habrán notado un pequeño orificio en los vidrios de las ventanillas, al cual se le llama respiradero y que tiene una función en la seguridad del vuelo muy importante.
Las ventanillas de la cabina de pasajeros en la mayoría de aviones comerciales están compuestas por un panel externo, uno central y uno interno hechos de una resina acrílica y sintética. Es el panel exterior el que se encarga de soportar la presión externa, este panel y el central son los únicos que cumplen una función estructural, ya que si el exterior se rompe, el central lo reemplaza para contener una despresurización en la aeronave.
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Para explicar esto, recapitulemos un poco sobre la presurización en los aviones, la cual en altitudes de crucero es demasiado baja para las funciones corporales como por ejemplo no perder el conocimiento, así que, dentro de la cabina, la presión se mantiene artificialmente a unos 0,75 bares lo cual equivale más o menos a una altitud de 6500 pies. Cuanto mayor sea la diferencia de presión entre el aire que hay fuera del avión y el aire que hay dentro del avión, mayor será la tensión aplicada sobre las estructuras de la cabina, incluidas sus ventanas.
Al final de cuentas el respiradero, como se le denomina, sirve como una válvula que permite que la presión del aire de la cabina de pasajeros y la del aire que hay entre el panel externo y el central puedan equilibrarse y asegura también que la presión de la cabina durante el vuelo se aplique sólo al panel externo. También sirve para impedir que el cristal se empañe o se congele.
El manual de mantenimiento del 737 advierte, en mayúsculas, que un avión con un panel central agrietado no debe ser presurizado: “La presurización del fuselaje con un panel agrietado es crítica, porque un elemento a prueba de fallos ha sido eliminado”.
Así que la próxima vez que disfrutes de la vista, recuerda que todo, en un avión, tiene una razón de ser.