Louis Blériot, el primero en cruzar el Canal de la Mancha en un avión

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El 25 de julio de 1909, Louis Charles Joseph Blériot, estableció un hito en la incipiente aviación del siglo XX, al cruzar el Canal de la Mancha entre Francia e Inglaterra, por primera vez en la historia en un avión. Nacido en Cambrai, Francia, el 1 de julio de 1872, fue uno de los pioneros de la aviación europea, fue piloto, fabricante y diseñador de aeronaves.

Se graduó en la École Centrale de París en artes y negocios y comenzó en la fabricación de faros para automóviles, pero en 1900 se enfrascó en el diseño y manufactura de aviones, experimentando con prototipos con motores de apenas 2 caballos de potencia. Para 1903 formó una sociedad con Gabriel Voisin, otro pionero de la aviación, creando la compañía Blériot-Voisin, pero la asociación duró poco y se disolvió en 1906.

Comenzó entonces su propia empresa de diseño y fabricaciones de aviones y voló sus propios modelos, entre ellos el serie IV que no tuvo éxito, y el VIII de 40 caballos de potencia, con el que voló entre Toury y Aternay en octubre de 1906. Con el Blériot XI llegó a la fama, se trataba de un monoplano con motor Anzani de 25 caballos con el que posteriormente logró su hazaña.

La carrera por el primer cruce

El periódico Daily Mail de Inglaterra ofreció en 1909 un premio de 1000 libras esterlinas a quien cruzara por primera vez el estrecho que separa a Inglaterra de Francia, conocido como el Canal de la Mancha. Esto motivó a Blériot a construir su famoso monoplano con el que realizó un viaje de 36 minutos y 55 segundos a campo traviesa, por lo que se sintió seguro de poder realizar el vuelo.

Había otros interesados en ganar el premio, entre ellos Charles de Lambert, un aristócrata ruso de raíces francesas y pupilo de Wilbor Wright; y también estaba Hubert Latham, quien era el favorito para ganar. Seis días antes del vuelo de Blériot, Latham intentó hacer el cruce, pero su avión (llamado Antoinette IV) cayó en el canal cuando el motor se apagó. Lambert también tenía un fracaso al estrellarse al realizar un vuelo de prueba.

El 25 de julio había mal tiempo, pero Blériot se sentía motivado para volar a pesar de que su esposa le rogaba que no hiciera la travesía. Había tenido malos augurios ya que caminaba con muletas porque se quemó un pie en sus pruebas; y en otra ocasión un perro fue alcanzado por la hélice del monoplano y murió.

Ahora o nunca

A las 16:35 horas notó la baja velocidad del viento por lo que despegó del puerto de Calais. Si Latham hubiera sabido que Blériot empezaba un vuelo real para cruzar el canal seguramente  habría intentado adelantarse, pero creyó que solo era un vuelo de prueba y cuando se dio cuenta de que no era así ya no pudo reaccionar.

Al principio fue escoltado por el barco Escopette que llevaba a su esposa Alicia, pero iba más rápido y lo dejó atrás. Continuó con el viaje en tiempos en que no se viajaba con brújula o instrumentos, estaba inseguro de su posición volando a 64 km/h y a 76 metros de altura sobre las olas. Diez minutos después estaba en medio de la nada “solo y perdido” según declaró después. El motor se sobrecalentó pero comenzó a llover y gracias a eso se pudo mantener.

Poco después logró vislumbrar las cumbres cerca de Dover, lejos de donde planeaba aterrizar, pero el fuerte viento lo desvió, voló sobre el lugar y vio un claro en donde podía aterrizar, pero el viento era muy fuerte. Apagó el motor y el avión tocó tierra. Al llegar lo recibieron soldados y un policía ingleses, así como dos franceses. El vuelo tuvo una duración de 37 minutos.

Después de la hazaña

La importancia del vuelo no fue tanto la velocidad o la distancia, sino el hecho de que por primera vez se cruzaba un estrecho marino entre dos países, lo que hizo preocuparse a los ingleses que se sintieron vulnerables ante un ataque aéreo.

La fama que le dio su hazaña lo convirtió en el presidente de la Sociedad por la Aviación y sus Derivados (SPAD) y fue reconocido por sus modelos Blériot-SPAD, una importante fábrica de aeronaves de combate durante la Primera Guerra Mundial que construyó alrededor de 5600 aviones para Francia, Gran Bretaña y otros países.

Posterior a la Guerra fundó su propia compañía, Blériot Aeronautique. Murió en París el 2 de agosto de 1936, en su memoria, la Federación Aeronáutica Internacional instituyó la Medalla Louis Blériot.

Fotos: Wikimedia Commons / dominio público

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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