Publica informe final del accidente del Boeing 737 MAX de Ethiopian Airlines (ET302)
El Buró de Investigación de Accidentes de Aviación de Etiopía (EAIB) dio a conocer su reporte final sobre el accidente del Boeing 737 MAX de Ethiopian Airlines en 2019 (ET302), poco después de despegar del Aeropuerto de Addis Abeba (ADD) rumbo a Nairobi con 157 personas a bordo, que desgraciadamente fallecieron en el accidente.
De acuerdo con la investigación, y no sorprende a nadie, el accidente se debió a un mal funcionamiento del Sistema de Aumento de Características de Maniobra (MCAS, por sus siglas en inglés) por una indicación errónea del ángulo de ataque del avión, asumiendo que este era muy elevado y el sistema trataba de bajar la nariz del avión. Los pilotos siguieron los procedimientos indicados por Boeing luego del accidente de Lion Air, sobre cómo atender un mal funcionamiento del sistema automático de ajuste del ángulo de la nariz del avión, sin embargo, aún así terminaron perdiendo el control y estrellándose contra el terreno unos minutos después del despegue.
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Por supuesto que el reporte culpa a Boeing por no haber informado a las autoridades y las aerolíneas del nuevo sistema ni los procedimientos adecuados en caso de un mal funcionamiento, mucho menos la capacitación para los pilotos ya que se buscaba que el avión fuera de operación similar a los “NG” (Next Generation) y por lo tanto los pilotos no conocían el nuevo sistema MCAS ni cómo compensarlo, lo que causó ambos accidentes y ocasionó que todos los aviones Boeing 737 MAX en el mundo se quedara en tierra casi 2 años mientras se hacían los cambios necesarios.
Sin embargo, la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte de EE.UU., (NTSB) salió de inmediato a hacer comentarios al respecto, ya que dice que el reporte de EAIB no incluye sus comentarios, ya que también estuvo trabajando en conjunto con la investigación y emitió recomendaciones para mejorar la seguridad en el avión.
Sí está de acuerdo en que un mal funcionamiento del MCAS fue el causante de que el avión empujara la nariz hacia abajo constantemente buscando reducir el exceso de ángulo hacia arriba que era una lectura equivocada. Pero de acuerdo con la investigación de este accidente, y sin quitarle a Boeing su responsabilidad por la mala implementación de sus sistemas, la mala lectura se debió posiblemente a un “impacto de ave” contra el sensor del ángulo de ataque, probablemente durante el despegue.
Collins Aerospace, fabricante del sensor de ángulo de ataque, demostró que la información registrada en la grabadora de datos de vuelo era consistente y no mostraba ninguna falla interna del sensor, sino que era consistente con algunos otros incidentes debidos a la separación de la veleta del sensor por un choque con un ave. Aunque de acuerdo con la EAIB se hizo un recorrido por la pista los días posteriores al accidente buscando restos de aves o de partes del avión sin encontrar nada, por lo que no pueden estar seguros de que un impacto haya sido causante de la falla del sensor.
Los incidentes con aves no son extraños en el aeropuerto de Addis Abeba, ya que hay águilas leonadas en los alrededores, por lo que se ha recomendado a la autoridad del aeropuerto tomar medidas para minimizar o eliminar las amenazas de accidentes con los aviones que aterrizan o despegan.
Pero, aunque haya habido algún factor adicional que detonó el mal funcionamiento del MCAS, no quita la responsabilidad a Boeing por su mala implementación y funcionamiento además de no haberle avisado a sus clientes y pilotos sobre este nuevo sistema y su funcionamiento, para evitar los accidentes que finalmente le causaron un mal mayor al tener en tierra todos los 737 MAX durante dos años.