Ryanair troleó a un pasajero en redes sociales

A Ryanair le gusta estar al centro de la polémica, comenzando por su CEO Michael O’Leary y sus declaraciones controvertidas. Pero ahora fue un operador de sus redes sociales cuando un pasajero compartió en Twitter su sorpresa al darse cuenta de que Ryanair no ofrece servicio de internet WiFi a bordo de sus aviones; y recibió una respuesta muy poco cortés y políticamente incorrecta del equipo de redes sociales de la aerolínea.

El usuario “@Adam_w” publicó en su cuenta de la red social: “Absolutamente sorprendido de descubrir que no hay WiFi en los vuelos de Ryanair, una locura absoluta”. Poco después los encargados de las redes sociales de Ryanair respondieron ridiculizando al cliente por su comentario, diciendo: “Absolutamente sorprendidos de que el agua está mojada”.

Absolutely mind-blown to find out that water is in fact wet https://t.co/tMRr9kpA5H

— Ryanair (@Ryanair) October 5, 2021

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La respuesta de la empresa tuvo reacciones mixtas, llegando a ser apoyada por una parte de los usuarios y criticada por otra, que llegó a abogar en defensa del pasajero desprevenido.

Y es que para muchos puede resultar impensable que la aerolínea de bajo costo tiene tan solo un servicio muy básico a bordo; además de que todo se paga por separado como suele ser en estas aerolíneas. Debido a esta simplicidad, la compañía es casi siempre la alternativa de viaje más barata y es buscada por millones de personas por esta razón. Todo este éxito la convirtió en la aerolínea que más pasajeros transportó en Europa en 2019 (antes de la pandemia) desbancando del lugar a Lufthansa que se había mantenido ahí.

El argumento de Ryanair es que el tiempo promedio de sus vuelos es de tan solo una hora y 15 minutos; lo que hizo que la empresa pensara que no valía la pena invertir en la instalación de equipos de conexión Wi-Fi porque sería poca la demanda de los pasajeros. Michael O’Leary dijo que sus pasajeros difícilmente pagarían por este servicio, y si no va a obtener ingresos adecuados, no vale la pena ofrecerlo.

Foto: Wikimedia Commons