¡Una mamá Piloto… a toda madre!
La labor de ser madre implica trabajo y esfuerzo si a eso le sumamos el desempeñarse como profesionista, suele ser una tarea maratónica; y si ese empleo, además, es ser Piloto puede ser aún más complejo. Los horarios, la vida sin rutina, las pernoctas, son algunos de los puntos con los que una Piloto tiene que hacer balance para ser también madre.
En este 10 de mayo Transponder 1200 tuvo la oportunidad de platicar con una mujer que ha sido casi en paralelo madre y Piloto; ella es la Capitán Alejandra Márquez quien tiene dos hijas (20 y 13) y 22 años volando para aerolíneas mexicanas. En esta entrevista, Alejandra nos compartió cómo es la vida de una mamá Piloto.
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Alejandra Márquez inició su carrera como Piloto en el 2000 al entrar Compañía Mexicana de Aviación. Un año después se casó y en el 2002 nació su primera hija. Fue entonces que tuvo que sortear el ser mamá primeriza con sus responsabilidades de Piloto de vuelo. La Capitán Márquez recuerda que cuando se embarazo de su primera hija dejó de volar a los 4 meses de embarazo; tras el parto estuvo tres meses en tierra y después volvió a los aires.
Nos comenta que una gran ventaja en esa ocasión fue que Mexicana era muy consciente de las necesidades de las tripulantes -tanto de cabina de vuelo como de pasajeros- que eran madres. Para el cuidado de su primogénita, Alejandra tuvo el apoyo de su mamá, la madre de su entonces esposo y una nana que cuidó de este primer bebé.
En el 2009, siete años más tarde, la Capitán Alejandra Márquez tuvo a su segunda hija. En ese momento, Ale solo pudo dejar de volar hasta casi cumplir 7 meses de embarazo; Alejandra recuerda que en esa ocasión tenía que volar con todo y su “panza” porque en la aerolínea donde volaba en ese momento, no había tantas mujeres y no sabían cómo manejar la situación.
Para el cuidado de su segunda hija, Alejandra mantuvo el apoyo incondicional de su madre, su entonces suegra y la nana llamada Susi, a quien la Piloto menciona con cariño y gratitud. Alejandra confiesa que entre ellas cuatro formaron un gran equipo; gracias a ello, la Capitán podía ir a trabajar con la tranquilidad de saber que estaban cuidadas con amor y que cuando volviera podría aprovechar el tiempo con sus hijas.
Al preguntarle si en algún momento tuvo una situación difícil entre ser madre y Piloto, recordó una ocasión en la que tuvo que dejar a su hija menor durante varios días. La bebé apenas tenía cinco meses y Alejandra tuvo que ir a Atlanta a tomar un adiestramiento para una aerolínea.
Otro de los aspectos de ser madre y Piloto es no poder estar siempre presente en fechas o eventos importantes. Alejandra nos cuenta que para intentar estar siempre presente en festivales escolares o cumpleaños pedía sus días de descanso mensuales en esas fechas. De esa manera lograba estar en esos momentos importantes que marcan la vida de cualquier hijo. De esta manera, pudo estar presente sin cortar sus alas.
La Capitán Alejandra Márquez nos contó que uno de los puntos clave en la crianza de sus hijas fue siempre hablarles claro sobre cómo era el trabajo de su mamá. Les contaba que por su profesión no podía estar en algunas ocasiones, pero eso no cambiaba el amor y apoyo que siempre tendría de ella.
Para Alejandra, lo más importante es disfrutar el tiempo cuando está con ellas; platicar, salir, divertirse. Si bien quisiera haber pasado mucho más tiempo con ellas, las tres -tanto hijas como mamá- están conscientes y tranquilas con el ritmo de vida que se vive en una familia de Pilotos. Ahora, aunque admiran a su mamá y su desempeño en su profesión, ninguna de las hijas de la Capitán Márquez quiere seguir los pasos de su madre.
La Capitán Alejandra Márquez vuela actualmente en Viva Aerobus y gracias a su sistema de vuelos radiales (ida y vuelta) puede disfrutar aún más de sus hijas. Alejandra está contenta de dejar atrás las pernoctas y poder disfrutar el tiempo con sus hijas, su más grande orgullo y tesoro en la vida.