Airbus celebra 50 años del primer vuelo del A300
El fabricante europeo Airbus celebró el hito del primer vuelo del avión que impulsó su nacimiento, el legendario A300 remontó el vuelo y subió hacia el cielo el 28 de octubre de 1972, marcando el regreso a la vida de la industria aeronáutica europea que había sido prácticamente diezmada por los fabricantes estadounidenses.
Su origen data desde 1967 cuando varios fabricantes europeos y el Reino Unido, se reunieron para unir esfuerzos en la creación de un avión que pudiera enfrentar a los fabricantes de EE.UU., partiendo de la idea de los franceses e ingleses de desarrollar en conjunto el avión supersónico que posteriormente se conoció como Concorde. Alemania Occidental, Francia y Reino Unido firmaron un acuerdo para comenzar el desarrollo del programa.
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La clave era no competir directamente con los norteamericanos, porque la fortaleza de su mercado interno es lo que no había permitido a los europeos competir con éxito, así que era muy importante ofrecer algo que a las aerolíneas europeas les sirviera y que no generara otro enfrentamiento directo con Boeing o McDonnell Douglas. En aquellos años tanto Air France como American Airlines había expresado su interés en un avión de cabina ancha de 2 motores y para unos 300 pasajeros, de ahí que el nombre del proyecto fuera para un “Autobús volador” (“Airbus”) para 300 pasajeros o “A300”. Estudios posteriores indicaron que para esa capacidad se requerirían 3 motores de la tecnología de entonces y se competiría directamente con los desarrollos de Lockheed (L-1011) y MDD (DC-10), así que la decisión fue ofrecer un avión para 250 pasajeros, pero con solo 2 motores, lo que reducía sus costos de operación. Al nuevo diseño se le denominó A300B y fue el primer bimotor de cabina ancha, que hoy dominan el mercado.
Originalmente el motor para el avión sería un nuevo diseño de Rolls-Royce RB-207, pero General Electric ofreció su nuevo motor CF-50 y al equipo le pareció que contar con un motor norteamericano podría ser atractivo para buscar clientes de ese país, a Rolls-Royce no le gustó la decisión y dos meses después Reino Unido decidió retirarse de la asociación, dejando a Francia y Alemania con el proyecto, y en diciembre de 1970 crearon Airbus Industries con una participación de 50-50%, convirtiendo al Airbus A300 en su primer proyecto. Los británicos decidieron al año siguiente que siempre sí querían seguir en el equipo y entraron de nuevo con una participación del 20%, Rolls-Royce no continuó con el motor, pero British Aerospace quedó encargada de la producción del ala del nuevo A300.
Luego de los estudios iniciales y pláticas con varias de las principales aerolíneas europeas, la configuración final del avión fue para 247 pasajeros en dos clases, con un rango de 2700 millas náuticas (5375 km) y se tenía la opción de motores entre los CF-50 de GE o los Pratt & Whitney JT9D. Su diseño incluyó varios avances importantes como el uso de materiales de compuesto en sus estructuras primaria y secundaria, para reducir peso; dispositivos wingtip en la punta de las alas para reducir el arrastre aerodinámico y un sistema de control del centro de gravedad.
Air France fue el cliente de lanzamiento del avión, pero solicitó una versión con mayor capacidad que la original, con un mayor peso máximo de despegue (MTOW), a la que se denominó A300B2, tenía capacidad para 30 asientos adicionales y un mayor espacio para carga. Esta versión entró en operación con Air France el 23 de mayo de 1974, y en 1977 fue el primer avión bimotor en recibir la certificación ETOPS.
Pista libre
Poco antes del primer vuelo del A300 en 1972, James McDonnell decidió no darle luz verde al proyecto de hacer una versión corta del DC-10 denominada “DC-10 Twin”, con solo 2 motores, pero compartiendo sistemas y tripulaciones con la versión normal del DC-10. Posiblemente si este proyecto hubiera seguido adelante, Airbus no hubiera podido despegar al menos tan fácilmente.
Pero el “hubiera” no existe, y el A300 despegó y, tras arduos esfuerzos del fabricante, logró crecer hasta ser hoy el número 1 del mundo, mientras que McDonnell Douglas ya no existe.
A lo largo de los siguientes 10 años Airbus logró capturar el 25% del mercado en valor, se desarrollaron más variantes del A300, el más avanzado y ligeramente más grande A300-600 con el que convencieron a American Airlines para ser su cliente; una versión de carga y el famoso A300-600ST “Beluga” de carga especializada con el que la propia Airbus sustituyó sus Super Gupies para el transporte de partes a la planta de Toulouse.
Un buen inicio
Además, el A300 fue la base de los desarrollos posteriores de cabina ancha, comenzando por el A310, que no solo era una versión corta, sino que tenía un ala nueva optimizada para su tamaño y una cabina más avanzada para 2 pilotos, que se incorporó después en el A300-600. Y con versiones alargadas de la misma célula del fuselaje, se tuvo la base del A330 que ha sido uno de los productos más exitosos del fabricante europeo, con el que desbancó al Boeing 767 como el líder de los bimotores de cabina ancha. El fuselaje del A330 pero con 4 motores dieron origen al A340, que no fue muy exitoso porque los norteamericanos impulsaron nuevas normas ETOPS para que los bimotores tuvieran menores restricciones en vuelos sobre el mar, con menores costos que los aviones con más de 2 motores.
Y aunque el A300 fue tan solo el primer paso de varios acertados del fabricante europeo, fue un buen inicio para ponerlos en el mapa y para enfrentar a la poderosa industria aeroespacial norteamericana. 50 años después son líderes en la industria en muchos sentidos y ofrecen una gama completa de aviones comerciales, no ha sido un camino fácil y libre de obstáculos, pero se demostró que realmente la unión hizo la fuerza. Si la industria europea no se hubiera unido en el proyecto “Airbus”, nunca hubieran podido enfrentar con éxito a los norteamericanos.