Airbus vuelve a agarrar a Boeing con los dedos en la puerta

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Hace una semana comentábamos que Boeing parecía que ya ve la luz al final del túnel luego de varios años de problemas, especialmente con el 737 MAX. Por fin están fluyendo las entregas de aviones nuevos y llegan pedidos importantes para el MAX que habían quedado pendientes hasta su recertificación; entre Southwest y United solamente han sido cientos de aviones.

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No todo es miel sobre hojuelas, las entregas del 787 siguen detenidas mientras se hacen revisiones y reparaciones varias por defectos encontrados en la producción; la FAA les retrasó la certificación del 777X y la Fuerza Aérea no está satisfecha con el desempeño del KC-46. Aún así, esperan reiniciar las entregas del 787 en breve y entregar al menos la mitad de los aviones que se quedaron almacenados. Entre el MAX y el Dreamliner hacen el volumen principal de aviones comerciales del gigante aeroespacial.

Y justo cuando parecía que las cosas mejoraban y podían pensar en el desarrollo de un nuevo avión para contrarrestar el A321XLR que se está quedando con el segmento de aviones medianos, su fiero rival hizo un rápido movimiento con su Reina y dio jaque al Rey cuando Boeing pensaba en armar su estrategia.

Arrastrando los problemas

Como hemos comentado también en otros artículos, Boeing se metió en líos desde hace muchos años, de hecho, desde compró a McDonnell Douglas, al permitir que la filosofía de los ejecutivos de MDD permeara en la organización. Boeing era una empresa de ingenieros centrados en su producto mientras MDD se convirtió en empresa de financieros hasta su inminente quiebra, y se permitió que Harry Stonecipher y Phil Condit hicieran lo mismo con Boeing. De ahí en adelante las malas decisiones se fueron acumulando e hicieron crisis cuando los problemas del 737 MAX quedaron al descubierto y fue puesto en tierra.

Airbus los ayudó con un movimiento astuto, cuando Boeing había decidido hacer un nuevo avión que fuera el reemplazo del 737, Airbus lanzó la familia A320neo con nuevos motores que mejoraban su economía de operación 15%. Se lo ofrecieron a American Airlines que iba a hacer un pedido de más de 200 aviones, el nuevo avión de Boeing estaba todavía lejano y por no perder el pedido se fueron por una nueva versión del 737 con los nuevos motores que acabó siendo el MAX. Si se hubieran mantenido firmes el nuevo avión quizá hubieran perdido su parte del pedido de American, pero su nuevo avión hubiera estado listo poco después de lo que estuvo el MAX, y no sería un Frankenstein volador.

Además del MAX, durante la última década estuvieron resolviendo los problemas del 787 que retrasaron y encarecieron el programa; y lanzaron el 777X como un reemplazo del 777 original y del 747-8i del que las aerolíneas ya no tenían ningún interés. Pero tenían buenos ingresos de los aviones cargueros, tanto del 747-8F, 777F y el 767-300F que se mantiene en producción por la demanda de aviones de carga.

Ahora sí, a la carga

Y es justo aquí en que Airbus puso a Boeing nuevamente en jaque, pero en múltiples frentes. Quizá no lo esperaba, pero encontró la coyuntura y no la iba a desperdiciar. Justo tras terminar su programa A380 que no resultó el negocio que esperaban, estudiaban opciones de productos. La familia de aviones A320neo domina ya el mercado de aviones de un pasillo y el A321neo en sus versiones LR y la futura XLR acapararon un mercado mayor al que esperaban, ofreciendo a las aerolíneas un reemplazo del 757 por capacidad y alcance, pero con menores costos.

Pero en donde no han tenido una buena participación ha sido el mercado de aviones cargueros que Boeing ha explotado muy bien a lo largo de décadas. Sí, ofrecieron un A330-200F que no tuvo mayor éxito y también tuvieron versiones de carga de los A300 y A310. Pero hay muchos aviones grandes que se acercan a su edad de retiro y la demanda por aviones cargueros es creciendo, sondearon el mercado y lanzaron un nuevo A350F que estará listo para el 2025. Pero no quieren quedarse ahí, analizan también una versión del A320/A321neo que sea carguero de fábrica, no conversión.

Boeing tiene un problema serio con sus cargueros en este momento, el 747 termina su producción comenzando el próximo año; y los 767-300F y 777F no podrán seguir en producción para el 2027 porque no cumplen con la nueva reglamentación de emisiones que entra en vigor para ese año. Así que a Boeing le urge ahora también desarrollar aviones cargueros. El paso lógico sería un derivado del 777X, pero no sobre la versión -9X sino sobre el más corto -8X cuyo desarrollo está aplazado porque las aerolíneas no tienen interés en una versión de pasajeros. Otra opción sería un derivado del 787 para sustituir al 767, pero su construcción en fibra de carbono representa retos complicados.

Boeing no tendrá recursos disponibles para un nuevo programa

Así que además de sacar adelante la certificación del 777-9X tendrán que destinar recursos de todo tipo para un nuevo carguero o se quedarían fuera del mercado para el 2027. Pero destinar sus recursos para estos aviones, además de la versión MAX 10, no les permitirá lanzar en los próximos meses el nuevo avión mediano, como había dicho David Calhoun a principios de este año. Sí, lo necesitan, de hecho es hasta urgente, pero no tendrán ni la posición económica para invertir $10 o $15 mil millones de dólares, ni los recursos de ingeniería para el desarrollo porque estarán ocupados con los otros aviones.

Y esto, para Airbus, significa que no habrá una verdadera competencia para sus A321LR y XLR en el corto plazo, además de abrirse una nueva área de negocio. Y no solo del A321 sino en general de la familia A320, ya que Boeing no podrá desarrollar un reemplazo para la familia 737 en el corto plazo, lo que les dará tiempo para desarrollar las tecnologías de hidrógeno, híbridas y eléctricas que pretenden utilizar para su siguiente generación de aviones comerciales de un pasillo en la siguiente década.

Así que es probable que Boeing decida seguir el consejo de GE y Safran sobre esperar su siguiente generación de motores con el proyecto RISE, que estaría lista precisamente para la siguiente década; por lo que dejaría en este momento este segmento, consciente de que Airbus tendrá una participación superior en el mercado los siguientes 15 años. Bien podrían aprovecharlos no solo para preparar una nueva generación de aviones sino para reinventarse como empresa, volver a ser una compañía de ingenieros centrada en su producto.

Y es importante que Boeing se reagrupe y se concentre en no tener tantas fallas como ha tenido en los últimos 20 años; ya que, para la siguiente década y generación de aviones, la competencia bien podría no solo ser con Airbus, sino con los nuevos productos de China y Rusia también.

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    By: Erick Haw Mayer

    Apasionado de la aviación y la industria automotriz de toda la vida, tiene una Licenciatura en Informática y un Postgrado en Comunicación y R.P. Aunque tiene experiencia en empresas del rubro automotriz y en Mexicana de Aviación, su vida profesional se ha dedicado más al periodismo especializado en todo tipo de medios impresos y electrónicos, incluyendo la revista Avión Revue de Latinoamérica.

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