¿Expulsión de combustible a la atmósfera? Sistema Fuel Jettison
¿Para que querrían desperdiciar combustible las aerolíneas? Ciertamente uno de los insumos más elevados financieramente hablando para las compañías aéreas es el combustible que utilizan todos los días para las operaciones de sus equipos.
Una de los tantos factores a considerar en el vuelo es sin duda el peso, fuerza que limita a la aeronave a ciertas condiciones cuando ésta es muy elevada. Una aeronave con mucho peso, no podrá despegar; una aeronave con mucho peso durante el aterrizaje, podría comprometer ciertas estructuras de la aeronave.
Cuando hablamos del término ‘resistencia estructural’, nos referimos a que todas las partes, secciones, etc., del avión tiene una limitación física, ya sea por velocidad, fuerzas de gravedades y/o por peso, entre otras.
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Un ejemplo claro de esta resistencia es el tren de aterrizaje, y es que todos los fabricantes limitan bajar el tren a ciertas velocidades en las que, por resistencia estructural, en condiciones de velocidades excesivas, podríamos dañar alguna sección.
Imaginemos un vuelo de largo recorrido, el avión lleno de maletas, pasajeros y combustible, y con el peso máximo al despegue. Después de varios minutos de vuelo tenemos una emergencia, ya sea médica, de sistemas, de seguridad, etc., ¿cómo podríamos regresar si nuestro peso actual nos impide aterrizar por resistencia estructural?
Tenemos dos formas, realizar patrones de espera hasta “quemar” el suficiente combustible y por peso proceder a nuestro aterrizaje seguro, o utilizar el sistema conocido como Fuel Jettison.
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Si bien no todos los aviones cuentan con el sistema, algunos como los Boeing 747-757-767-777 MD-11 y de Airbus A330 y A340, por mencionar algunos, tienen la capacidad de realizar un rápido lanzamiento de combustible a la atmósfera, que, durante aproximadamente 15 minutos, le permitirá reducir rápidamente el peso gracias a la expulsión del combustible a través de las toberas.
El Fuel Jettison depende de unas bombas eléctricas y lanzadores, estos últimos ubicados principalmente en los bordes de salida de las semi alas que verterán el combustible, ya sea manual –por gravedad y ángulo de ascenso- o automatizada, de cualquier manera, está diseñado para que el combustible no entre en contacto con zonas calientes y/o con superficies de control.
Desde la cabina de mando, los pilotos podrán seleccionar la cantidad de combustible que deseen liberar; algunos otros aviones podrán calcular la cantidad a liberar y dejarán lo necesario para realizar hasta dos intentos de aterrizaje y mantener a bordo cierta cantidad de combustible necesario para la operación.
Es importante mencionar que el proceso de lanzamiento se realiza de manera simultánea para ambos tanques, con el fin de evitar un desequilibrio lateral de la aeronave.
Según la Administración Federal de Aviación (FAA), existen varias certificaciones y regulaciones al respecto (FAR) para el desahogo de combustible en vuelo y hacer cumplir las limitaciones operativas de los equipos.
Algunas de las emergencias contempladas para la liberación del combustible son: fallo de la aeronave que podría comprometer la seguridad de la operación; cualquier condición mecánica que sea potencial para desarrollar más problemas al equipo; y por una enfermedad grave de algún miembro de la tripulación o pasajero que requiera de atención médica inmediata.
Ciertamente este sistema ha sido probado y existen pocos estudios al respecto, pero tanto el fabricante Boeing cómo La Fuerza Aérea de los Estados Unidos (USAF), ha demostrado a través de los ensayos interesantes resultados y una de ellos son en temas ecológicos.
Uno de ellos explica que el lanzamiento de combustible es permisible cuando existe un incendio de motor de fuselaje. Durante esa situación, no existe restricción alguna de lanzamiento de combustible. Durante una certificación de los aviones de Boeing, se demostró una variedad de condiciones entre esta, derivado de ciertas inquietudes de los operadores.
También, Boeing no recomienda procedimientos de lanzamiento de combustible improvisados por el operados –pruebas- y tampoco recomienda desechar el combustible de un solo lado durante un incendio de motor; tales procedimientos no sólo son innecesarios, sino que también pueden aumentar el tiempo de lanzamiento, carga de trabajo de la tripulación y desestabilización lateral del avión.
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Medio ambiente
El lanzamiento de combustible, no compromete ecológicamente a nuestro planeta, ya que algunos estudios han demostrado que realizar la operación entre los 5.000 a 6.000 pies de altitud, el combustible se vaporizará completamente antes de llegar al terreno.
Aunque no existe restricción en el lanzamiento a menores altitudes, siendo la tripulación el único responsable de considerar cuando se efectuará, es probable que el 100% del combustible no pueda ser capaz de evaporarse y finalmente llegue al suelo.
En la actualidad, no existe ningún interés ecológico que promueva una prohibición de arrojar combustible a la atmósfera, debido a la cantidad relativamente pequeña que es desahogada, la poca frecuencia de uso y las cuestiones de seguridad a la aviación, es probable que nunca se promulgue una ley de prohibición para dicha operación.