Oso polar daña helicóptero de la Real Fuerza Aérea Canadiense
Un incidente inusual ocurrió el 16 de septiembre de 2020, cuando un oso polar dañó el Cormorán CH-149, serie 149911, de la Real Fuerza Aérea Canadiense. El helicóptero, que pertenece al Escuadrón 413 (Transporte y Rescate) en 14 Wing Greenwood, estaba realizando un ejercicio de búsqueda y rescate, y un vuelo sobre la montaña se desvió al aeródromo de Saglek en Labrador después de que el mal tiempo impidiera que la tripulación aterrizara en un lugar mejor conocido para la tripulación, según una publicación de Twitter de la RCAF.
Según un comunicado emitido por el teniente coronel. Brent Vaino, el comandante del escuadrón, a CBC/Radio Canadá, el lugar al que se dirigía el helicóptero era una estación de radar automatizada cercana, a unos 4 km. del aeródromo y a mayor altitud, pero debido al clima tuvieron que aterrizar en el aeropuerto que está más cerca del nivel del mar.
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Sometime overnight, a curious polar bear came by to investigate the helicopter, causing some superficial damage as it pushed on a side door, popped out an emergency exit window and removed a small cover panel on the nose. pic.twitter.com/5pzpl404mx— Royal Canadian Air Force (@RCAF_ARC) September 30, 2020
La estación de radar, también conocida como Canadian Forces Station (CFS) Saglek, fue construida en la década de 1950 por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos junto con el aeródromo. Después de que EE. UU. transfiriera el control de ambas ubicaciones a las fuerzas canadienses, la estación obtuvo nuevos radares y se agregó al North Warning System, un sistema de radar de alerta temprana en conjunto con EE. UU. y Canadá para la defensa aérea atmosférica de América del Norte operado y mantenido por Comando de Defensa Aeroespacial de América del Norte (NORAD).
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El teniente coronel Vaino, explicó:
“La tripulación tuvo que estacionar la aeronave en una zona más baja, y no en la zona más alta que ellos querían. Este lugar tiene un área con una masa de agua a cada lado y los osos polares transitan ocasionalmente”.
Normalmente, un destacamento de seguridad viaja con el helicóptero; sin embargo, para reducir el riesgo de exponer a la comunidad remota al COVID-19, se restringió la cantidad de personal militar en la misión de entrenamiento. Durante la noche, mientras la tripulación dormía en la estación de radar, el curioso oso polar comenzó a investigar el helicóptero. La RCAF declaró que el oso causó “daños superficiales”, abriendo una ventana de entrada de emergencia en la puerta lateral derecha, otra ventana de entrada de emergencia en la parte trasera izquierda y la cubierta de lo que debería ser el dispositivo de flotación de emergencia en el lado izquierdo, justo debajo de la cabina.
Según lo declarado por la RCAF, el oso no se subió al helicóptero y la tripulación desarmada no se encontraba en las cercanías del helicóptero. Informes indican que las reparaciones demoraron cuatro días debido al clima adverso que impidió que un avión de la RCAF entregara las piezas de repuesto.