Mexicana de Aviación… a 11 años sin la Primera

El 28 de agosto de 2010 a las 14:15 horas, salió del aeropuerto de la Cd. de México el vuelo 886 de Mexicana con destino a Toronto, el cual marcó el final de la historia de la Compañía Mexicana de Aviación tras 89 años de operaciones. En vuelo fue operado por el Airbus A319 XA-MXI que de cualquier forma debía trasladarse a Canadá para entregarlo en devolución a Air Canada.

Con el punto final a sus operaciones la empresa dejó en la calle y desamparo a miles de empleados y jubilados que no solo perdieron su fuente de ingresos, sino que ni siquiera se les dio lo que por ley les corresponde por sus años de servicios. Y hoy, 11 años después, todavía siguen esperando.

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Aunque es una lástima lo que pasó con la empresa y la responsabilidad principal recae en su última administración, encabezada por Gastón Azcárraga y Manuel Borja; Mexicana arrastraba muchos problemas desde décadas atrás que no se corrigieron oportunamente. Desde la falta de inversiones oportunas; las decisiones en su perjuicio tomadas en Cintra; la falta de una planeación adecuada a mediano y largo plazo; y los contratos colectivos herencia de tiempos populistas y que se habían vuelto inviables para ser competitivos en un mercado cada vez con más participantes y diferentes estrategias.

La Primera siempre será la Primera

Pero dejando de lado los problemas del final, Mexicana de Aviación fue una empresa que desarrolló no solo el mercado aéreo sino el turístico para México. Desde la construcción de aeropuertos en muchos lugares; la conectividad del país con Estados Unidos, Centroamérica y el Caribe; el desarrollo de tripulaciones y técnicos para mantenimiento mexicanos, con muy altos estándares de profesionalismo; la creación de paquetes turísticos “VTP”, hoy tan comunes alrededor del mundo; inició la era del jet en Latinoamérica con la llegada de los Comet IVc en 1960 y fue una gran embajadora de México en el extranjero gracias a su reconocido y cálido servicio a bordo.

En su momento no solo fue reconocido su servicio que incluía vinos franceses y champagne para todos los pasajeros, también fue modelo de eficiencia con más de 10 años consecutivos de utilidades y fuerte crecimiento, bajo la batuta de Don Manuel Sosa de la Vega.

Todos los entusiastas de la aviación hubiéramos querido una celebración de 100 años a la altura de la empresa que impulsó la aviación en México; hubiéramos querido ver una flota de nueva generación y una amplia cobertura mundial. Pero eso no fue posible ya luego del pésimo trabajo de la última administración para enfrentar los problemas y en lugar de sacarla adelante le dio la puntilla.

Así que en lugar de la celebración hoy tenemos que recordar su salida del mercado, el punto final de sus operaciones y solidarizarnos nuevamente con todos los empleados que quedaron en la calle cuando la empresa tuvo que cerrar sus puertas. Técnicamente todavía existe, pero es muy difícil, si no imposible, que vuelva a operación como se dijo en 2010. Los problemas acumulados y la falta de un reinicio oportuno de operaciones para sacarla a flote, hoy la hacen muy poco factible.