Se vendió el Avión Presidencial (TP-01) al gobierno de Tayikistán

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Por un monto de $1,658,400 pesos mexicanos ($92 millones de pesos), se realizó el contrato de compra venta del avión presidencial mexicano (TP-01), José María Morelos y Pavón, así lo anunció este jueves 20 de abril el presidente Andrés Manuel López Obrador.

En un discurso, el mandatario mexicano dijo que el Gobierno de la República de Tayikistán, será el nuevo dueño del Boeing 787-8 Dreamliner matrícula XC-MEX y que ya se ha realizado el depósito luego del avalúo oficial. El dinero fue depositado al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado.

EL Presidente, Andrés Manuel López Obrador, dijo:

Después de mucho tiempo se logró vender este avión. Estamos contentos, como los nuevos ricos que compran un yate o un avión como este y son felices solo el día que lo estrenan y el día que lo venden. Nosotros vamos a usar el dinero de la venta de este avión para construir dos hospitales, cada una con 80 camas, en las zonas más pobres de México, en Guerrero y Oaxaca”.

El nuevo propietario tendrá 10 días para llevarse el avión, que al día de hoy, se encuentra en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM).

Como parte de su retórica de campaña, López Obrador, prometió vender el avión que, desde el día 1 de su mandato, fue puesto en tierra entre el AICM y el Aeropuerto Logístico de Victorville (VCV), para su mantenimiento y presentación mientras se encontraba un comprador. Hasta ahora, en la recta final del sexenio del presidente, se logró la venta, lo que indica que la República Mexicana, se quedará sin un avión presidencia, desde tiempos memorables.

Se ofreció a gobiernos, empresas privadas, aerolíneas, entre otras, pero después de cuatro años y medio, se logró la compra.

  • ¿Cómo fue la compra del 787 Dreamliner TP-01?

En el sexenio del presidente  Felipe Calderón y buscando opciones para reemplazar al obsoleto Boeing 757, se buscaron opciones; aprovecharon la compra de Aeroméxico de Dreamliners para solicitar una cotización también para un avión para el gobierno, pero el precio de Boeing de un avión nuevo era bastante más de lo que pretendían pagar por él.

Así que una delegación de Boeing vino a México a platicar con el gobierno para ofrecerles un 787 no nuevo, de los primeros que se fabricaron, se había utilizado para las pruebas de certificación y que después ANA de Japón decidió que no lo tomaría porque requería reparaciones y además tenía un peso mayor, lo que impacta en las operaciones comerciales.

El precio al que Boeing lo ofreció fue poco más de $100 millones de dólares, mucho menos que el precio de lista de $235 millones. Pero necesitaba interiores porque no los tenía, pero como se trataba de un avión VIP eso era incluso ventajoso porque no se requería desinstalar algo para ponerle los interiores nuevos. El gobierno de Calderón aceptó la oferta pero sabían que el avión no estaría antes del final del sexenio, por lo que le dejó a la administración de Peña Nieto la responsabilidad de los interiores para el avión antes de que pudiera estar en operación.

Aquí, nuevamente, los interiores podrían parecer ostentosos comparados con un avión comercial porque todos los asientos son tipo “business” y tiene además una recámara para el presidente, pensando en los viajes largos que este avión sí puede hacer. Pero no se necesitan los asientos como en un avión comercial, de hecho sería un peso innecesario ya que no es su misión. Todos los interiores para aviones son muy caros porque deben cumplir una serie de requisitos de resistencia, aunque sean ligeros, que no sean combustibles o al menos retarden el fuego y otros más. Una suite de clase Business como las que utiliza Aeroméxico en sus 787-9 vale decenas de miles de dólares. Por eso no es correcto dar cifras sin tener una comparación de lo que costaría equipar un avión comercial.

Así que lo que el gobierno mexicano adquirió fue un avión de oportunidad a muy buen precio, para el tipo de avión; casi nuevo y con interiores adecuados a sus necesidades. No es cierto que “no lo tiene ni Obama”, el gobierno de EE.UU. tiene 2 Boeing 747 que son el doble de grandes, con equipamientos militares de protección, comunicación e incluso de recarga de combustible en el aire, que costaron 10 veces más que el TP-01.

En cuanto a los costos de utilizarlo, el presupuesto de la presidencia para los viajes en aviones comerciales era prácticamente el mismo los otros años a si se hubiera utilizado el TP-01, con la desventaja de que la renta del avión de todas formas se tiene que pagar, así como darle mantenimiento preventivo constantemente para evitar el deterioro. Es decir, cuesta el doble de lo que le costaba al país cuando se utilizaba el TP-01.

En fin, el Presidente Andrés Manuel cumplió con su promesa de gobierno, y México se quedó sin avión presidencial. En el futuro, quien sabe si se pueda conseguir algo así a un buen precio.

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    By: Roberto Mtz Armendáriz

    Periodista independiente con más de 10 años de experiencia en los medios de comunicación. Ha participado en varios proyectos de casas radiodifusoras como titular de noticieros en FM (Grupo Radiorama) y ha sido Jefe de Información de varios periódicos mexicanos. También, es Piloto Aviador Privado y Oficial de Operaciones de Aeronaves.

    Ciudad de México.

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