El Amanecer de una Nueva Era Supersónica: Explorando el X-59 de NASA y Lockheed Martin
El Avance del X-59: La Nueva Frontera del Vuelo Supersónico. ¿De qué trata este proyecto? ¿Servirá para la aviación comercial? Exploremos este nuevo avión, presentado en enero del 2024.
Introducción al X-59 de Lockheed Martin y NASA
El X-59, desarrollado conjuntamente por Lockheed Martin y la NASA, representa una revolución en el vuelo supersónico. Este avión experimental es parte de la misión Quesst (Quiet SuperSonic Technology) de la NASA, que busca abordar uno de los principales desafíos del vuelo supersónico sobre tierra: reducir el estruendo sónico (boom sónico). Presentado oficialmente el 12 de enero de 2024, el X-59 está diseñado para volar a 1.4 veces la velocidad del sonido (aproximadamente 925 mph), mientras genera un “sonido sónico” más silencioso en lugar del estruendo sónico tradicionalmente asociado con el vuelo supersónico.
-
TAmbién podría interesarte: ¿Regresará la aviación comercial supersónica?
El objetivo es cambiar las regulaciones actuales que prohíben el vuelo supersónico sobre áreas pobladas, lo que podría abrir un nuevo capítulo en el viaje aéreo comercial. La NASA espera que el X-59 vuele por primera vez en 2024, trasladando este sueño del diseño a la realidad.
El desarrollo del X-59 Quiet Supersonic Technology (QueSST) de Lockheed Martin para la NASA comenzó oficialmente en febrero de 2016. En esa fecha, la NASA otorgó a Lockheed Martin un contrato para iniciar el diseño preliminar del X-59, marcando el comienzo del desarrollo de esta aeronave experimental avanzada. Desde entonces, el proyecto ha progresado a través de varias etapas de diseño y desarrollo, culminando con la construcción y preparación del avión para sus primeros vuelos de prueba, programados inicialmente para 2024.
Características y Diseño Innovador
El X-59 mide 99.7 pies (30.4 metros) de largo con una envergadura de 29.5 pies (9.0 metros) y un peso máximo de despegue de 32,300 libras (14,700 kg). Está impulsado por un motor General Electric F414, que le permite alcanzar una velocidad máxima de Mach 1.5 (990 mph) y crucero a Mach 1.42 (940 mph) a 55,000 pies (16,800 metros). El diseño innovador incluye un fuselaje largo y estrecho, canards para controlar las ondas de choque, y una cabina con sistema de visión de vuelo mejorado (EVS). Este sistema incluye una cámara 4K con un ángulo de visión de 33° por 19°.
Por su puesto, una característica distintiva del X-59 es la ausencia de una ventana frontal en la cabina, una decisión de diseño tomada para mantener el avión silencioso. En lugar de una vista frontal directa, los pilotos dependerán del “eXternal Vision System” de NASA, un monitor 4K alimentado por un conjunto de cámaras de video de alta resolución. Este sistema innovador no solo compensa la falta de visibilidad frontal, sino que también tiene el potencial de influir en futuros diseños de aeronaves donde la ausencia de una ventana frontal podría ser ventajosa por razones de ingeniería.
Su diseño y tecnología podrían sentar las bases para futuras aeronaves comerciales que viajen más rápido que la velocidad del sonido con perturbaciones mínimas. Una vez que la NASA establezca que el X-59 puede volar rápido y silenciosamente, se realizarán vuelos de prueba sobre varias áreas pobladas para recopilar comentarios de los residentes locales. Los resultados se compartirán con la FAA y otras autoridades de aviación internacional para argumentar la aceptabilidad de los “sonic thumps” en el futuro.
Motor y Capacidades de Vuelo
Los motores GE Aviation F414-GE-100 de 13 pies de largo, proporciona 22,000 libras de energía de propulsión. Esta capacidad le permite al X-59 alcanzar velocidades de hasta Mach 1.4. La instalación de este motor marca un hito importante, ya que el avión se acerca a la finalización del ensamblaje y las pruebas de redaje.
Importancia y Objetivos del Proyecto
El proyecto X-59 de Lockheed Martin y NASA tiene como objetivo recopilar datos que podrían revolucionar el viaje aéreo, allanando el camino para una nueva generación de aeronaves comerciales capaces de viajar más rápido que la velocidad del sonido. La misión Quesst se centra en proporcionar datos para ayudar a los reguladores a reconsiderar las reglas que prohíben el vuelo supersónico comercial sobre tierra, vigentes desde hace 50 años debido a la perturbación causada por los estruendos sónicos. El éxito del X-59 podría tener un impacto significativo en la industria aeronáutica, permitiendo vuelos más rápidos y menos perturbadores sobre áreas pobladas.
NOTA: Si no puedes ver el video, da click aquí.
El Concorde y el X-59
Tanto el Concorde como el X-59 son aeronaves capaces de volar a velocidades supersónicas. El Concorde, operado por Air France y British Airways desde 1969 hasta 2003, podía alcanzar velocidades de Mach 2 (alrededor de 1,350 mph). En comparación, el X-59 está diseñado para volar a Mach 1.4 (aproximadamente 925 mph).
El estruendo sónico fue un problema significativo para el Concorde, limitando su operación a rutas principalmente transatlánticas sobre océanos para evitar el impacto del estruendo sónico sobre áreas pobladas. En contraste, el X-59 está específicamente diseñado para minimizar este efecto, produciendo lo que se ha descrito como un “sonic thump” más suave, en lugar del fuerte estruendo asociado con aeronaves como el Concorde. El objetivo del X-59 es recopilar datos que podrían permitir cambiar las regulaciones actuales que prohíben el vuelo supersónico comercial sobre tierra debido a preocupaciones sobre el estruendo sónico.
Mientras que el Concorde fue un icono de la aviación de su época, representando el pináculo de la tecnología disponible en ese momento, el X-59 representa una generación completamente nueva de tecnología aeronáutica. Incorpora avances en aerodinámica, materiales y sistemas de visualización, como su sistema de visión externa para compensar la falta de una ventana frontal, algo que no estaba presente en el Concorde.
El Concorde dejó un legado como el primer y único avión de pasajeros supersónico hasta la fecha, pero también resaltó los desafíos del vuelo supersónico, especialmente en términos de eficiencia, sostenibilidad y aceptación pública debido al estruendo sónico. El X-59 podría ser clave para superar algunos de estos desafíos, abriendo posibilidades para futuras aeronaves comerciales supersónicas que podrían operar sobre tierra sin causar perturbaciones significativas.
Ya veremos con el paso de los próximos años, en que concluye este nuevo proyecto entre Lockheed Martin y NASA y si será una tecnología viable para los vuelos comerciales.