El DOT avisa a Delta y Aeroméxico que no renovará su inmunidad anticompetitiva
Esta inmunidad se les otorgó desde 2016, por lo que desde entonces podían coordinar itinerarios y tarifas en los vuelos transfronterizos entre ambos países.
Resumen
- Deberán reducir su asociación para operaciones transfronterizas.
- Pero el origen del problema son las reglas opacas en el manejo de slots en el AICM.
¿Qué Pasó entre Aeroméxico y Delta?
El Departamento del Transporte (DOT) de EE.UU., dio a conocer a Delta Air Lines y a Aeroméxico, que no renovará su inmunidad antimonopolio a partir de octubre de 2024, por lo que será necesario que reduzcan sus acuerdos de cooperación para las operaciones transfronterizas a partir de esa fecha.
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Esto no quiere decir que ambas aerolíneas deben terminar con su sociedad, son miembros de Skyteam y pueden continuar ofreciendo beneficios a sus pasajeros como acumulación y redención de puntos de programa de viajero frecuente, pero ya no podrán actuar como una sola entidad para comercializar sus vuelos y tarifas en el mercado entre EE.UU., y México, por lo que tendrán hasta el 26 de octubre de este año 2024 para reducir su sociedad en estas operaciones.
De acuerdo con el documento DOT-OST-2015-0070 emitido por el Departamento del Transporte, con fecha del 26 de enero, el motivo principal de sus acciones son las decisiones del gobierno de México en relación al Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (MEX) que es el más importante del país. El DOT reclama que el proceso para asignar slots en dicho aeropuerto ha sido opaco y anticompetitivo por mucho tiempo y que Aeroméxico, el principal operador de este aeropuerto, ha sido el principal beneficiario, indicando además que, por las reglas anticompetitivas y la falta de supervisión, Aeroméxico ha podido subutilizar todos sus slots sin perderlos para que vayan a dar a sus competidores.
La Influencia del Gobierno de México
Además, el gobierno de México prohibió recientemente todas las operaciones de carga en el AICM y ha reducido sus operaciones cada vez más en las últimas tres temporadas de tráfico de IATA, en detrimento tanto de los actuales operadores como de posibles nuevos entrantes.
El gobierno mexicano ha tratado de justificar estas reducciones alegando que el aeropuerto requiere una renovación completa, no se le había dado el mantenimiento requerido porque se iba a cerrar y las operaciones completas se irían a Texcoco desde hace unos años, pero la necedad de cancelar el proyecto tiene ahora este problema adicional. Pero el gobierno no solo no ha dado a conocer un plan de reconstrucción del aeropuerto, sino que admite que no existe dicho plan, pero no permite que las aerolíneas agreguen vuelos o que lleguen nuevos competidores. Típico proceder del gobierno de ineptos que causó que México estuviera en Categoría 2 por más de 2 años.
Por supuesto que la verdadera intención del gobierno de López Obrador es que haya más vuelos en el nuevo aeropuerto de Santa Lucía sin entender que no hay demanda, por muchos factores, pero si no hay pasajeros suficientes no hay manera de poner más vuelos ahí. Salvo los vuelos a Cancún, Tijuana y Monterrey, el resto de las rutas tienen factores de ocupación por debajo del punto de equilibrio cuando no francamente infames, de acuerdo con las propias estadísticas de la AFAC. Y no, no hay “otros datos”. No hay demanda suficiente en ese aeropuerto y por eso nadie quiere poner más vuelos ahí.
Por esa razón es que las aerolíneas necesitan mantener sus operaciones en el AICM e incluso hay nuevas aerolíneas interesadas en operar nuevos vuelos desde ahí y no se les va a dar la oportunidad por las restricciones que el gobierno impuso por orden presidencial y sin que haya ningún estudio técnico de por medio, ni la opinión de la industria ni de los habitantes de la ciudad que utilizan el AICM por su cercanía y conectividad.
Así que habiendo determinado que el gobierno mexicano impuso restricciones sin ningún fundamento en el AICM que han beneficiado a Aeroméxico más que a ningún otro operador, es que el regulador de EE.UU. decidió informar a Delta y Aeroméxico que su inmunidad no será renovada, ya que, dada la posición dominante de Aeroméxico en ese aeropuerto, sus operaciones conjuntas podrían no ser buenas para el mercado. Así que tendrán que terminar su sociedad en cuanto a las operaciones transfronterizas coordinadas que es justo lo que iba a impulsar el crecimiento de Aeroméxico hacia EE.UU., luego de haber estado restringida por la Categoría 2. Ahora tendrán que actuar como competidores.
Cabe agregar aquí que todo esto es la misma causa por la que el DOT suspendió el 31 de julio pasado, la solicitud entre Allegiant y Viva Aerobus para tener también inmunidad antimonopolio para llevar a cabo una sociedad que también les permitiera una colaboración coordinada entre ambos mercados. El DOT agrega, además, que desde entonces ha habido acercamientos con el gobierno mexicano al respecto, pero no se ha llegado a nada y está violando los acuerdos bilaterales entre ambos países y las normas internacionales para gestionar la capacidad en los aeropuertos. Por lo que se vieron en la necesidad de tomar estas nuevas acciones.
Un logro más del gobierno de cuarta que controla este país. Y seguramente esto será solo el principio porque las aerolíneas norteamericanas (y de otros países) serán afectadas en sus operaciones en el AICM, no por recortarles slots pero sí por negarles nuevos, así como reducir la conectividad con otros operadores que sí tengan que reducir sus vuelos. El AIFA no tiene tampoco la capacidad de ser un Hub para ofrecer una buena conectividad hacia y desde diversas ciudades del país. Esto, en detrimento no solo de la industria aérea del país sino de los usuarios y de la competitividad de México.