FAA investiga posible irregularidades en la producción del Boeing 787 Dreamliner
Investigación sobre posibles irregularidades en el montaje del Boeing 787 Dreamliner.
Resumen
- Se investigan las prácticas de producción del Boeing 787 Dreamliner por posibles malas prácticas.
- Sam Salehpour alega que se cometieron irregularidades que podrían comprometer la seguridad del avión.
- La compañía defiende la integridad de sus procesos y el diseño del 787, negando las acusaciones de represalias.
- Estas investigaciones se suman a los desafíos de reputación y operativos que enfrenta Boeing.
La FAA pone bajo la lupa las prácticas de montaje de Boeing
La Administración Federal de Aviación de Estados Unidos (FAA) ha iniciado una investigación sobre posibles malas prácticas en la producción del Boeing 787 Dreamliner en la planta de la compañía en Carolina del Sur. Este escrutinio surge tras las denuncias de un ingeniero de la compañía, Sam Salehpour, quien alega que se cometieron irregularidades en la conexión y conexión a tierra eléctrica donde las alas se unen al fuselaje en ciertos aviones.
-
También podría interesarte: Lufthansa afirma que no espera recibir ningún Boeing 777-9 en 2025
Detalles de la acusación
Salehpour, quien lleva más de una década trabajando en Boeing, afirma haber observado que se aplicó fuerza excesiva para cerrar huecos no deseados en las uniones del fuselaje del Dreamliner, lo que podría acarrear un desgaste prematuro del material compuesto y eventualmente, fallas estructurales. Además se ha dicho que varias personas habían estado violando varias políticas de la compañía al no realizar pruebas requeridas, sin embargo “así la terminaban”. La FAA está tomando estas acusaciones seriamente y reinspeccionando los 787, dado los antecedentes de problemas de seguridad en otros modelos de Boeing, como el Boeing 737 MAX 9 de Alaska Airlines.
Respuesta de Boeing
Boeing ha respondido a estas acusaciones asegurando que sus pruebas y procesos de manufactura son robustos, enfatizando su confianza en la integridad estructural del 787 Dreamliner. Además, la empresa subraya que no tolera las represalias contra los empleados que reportan problemas y que está comprometida con mejorar continuamente sus protocolos de seguridad y producción.
Implicaciones para Boeing
Este nuevo capítulo de investigaciones llega en un momento delicado para Boeing, que aún se recupera de las crisis anteriores relacionadas con el modelo 737 MAX. Las revelaciones actuales podrían afectar la percepción de seguridad de sus aeronaves y tienen el potencial de impactar significativamente su reputación y operaciones futuras. De hecho, la producción del 787 se ha ralentizado debido a la falta de piezas, según el fabricante.
Foto: North Charleston