Video | Recreación del vuelo 706 de Aerocalifornia

Podríamos decir que el vuelo 706 fue el principio del fin de Aerocalifornia, no porque sus problemas derivaran de lo sucedido esa noche, sino porque fue a partir de entonces que la DGAC comenzó a actuar de manera estricta contra la aerolínea hasta llegar a la suspensión de operaciones.

Cierto que Aerocalifornia tenía muchos problemas, sobre todo financieros, cosa que no era nada nuevo. En realidad, todo el mundo sabía que cuando llegaban a cierto nivel de deuda de impuestos les hacían una “quita” con el pretexto de mantener el servicio para el Estado de Baja California Sur. Hasta que el cambio de gobierno no les fue favorable.

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Además, habían estado acumulando quejas de puntualidad y de vuelos cancelados, aunque no hubo nada que indicara que se ponía en riesgo la integridad de los pasajeros.

El accidente se dio en el Aeropuerto de la Ciudad de México (MEX) la noche del 21 de julio de 2004 cuando el DC-9-15 XA-BCS, el primer jet de la empresa, se preparaba para iniciar su despegue con destino a Durango. El clima era malo y llovía en el aeropuerto, el vuelo tenía ya una hora de retraso.

El avión inició su carrera de despegue con normalidad, aunque el viento lo hacía ir hacia la derecha de la pista, los pilotos estuvieron corrigiendo constantemente la desviación durante la carrera. Pero al levantar la nariz del avión no se sostuvo en el aire, golpeó contra el terreno y se arrastró fuera de la pista por varios cientos de metros hasta que frenó por completo.

No hubo heridos ni muertos entre los 56 pasajeros y la tripulación, afortunadamente, pero el avión quedó muy dañado. La punta del ala que golpeó primero el terreno se dobló hacia arriba, el tren de aterrizaje se rompió y el avión quedo muy dañado, por lo que se dio por pérdida total y no volvió a volar. Se determinó que la causa fue una corriente descendente (windshear) al momento del despegue que no le permitió levantarse, el AICM no contaba con un radar para detectarlo.

Luego de las primeras investigaciones se autorizó retirarlo del lugar y fue llevado al cementerio de aviones que había en el AICM, en donde fue pintado de blanco. Duró muchos años ahí después de la quiebra de la empresa, hasta que un tribunal autorizó al Aeropuerto a disponer de él.