¿Por qué no puedes subir botellas de más de 100 ml al avión? Aquí la respuesta

Tiempo de lectura: 2 minutos

Seguramente te ha ocurrido que cuando estás pasando por alguno de los filtros de seguridad en algún aeropuerto, te retiran tus envases con líquidos o aerosoles que contengan más de 100 mililitros, incluso si la botella contenedora es de un litro y solo cuenta con un pequeño sorbo. La razón de esta regla que muchos tachan de irracional y absurda tiene un sustento real.

La respuesta más simple es porque es un asunto de seguridad aérea y se aplica para evitar que alguna persona comprometa la seguridad de los pasajeros a bordo del avión ingresando materiales prohibidos. También se aplica para evitar que en el equipaje ingresen grandes cantidades de productos inflamables.

• También podría interesarte: ¿Vas a volar en esta temporada? Toma en cuenta estas recomendaciones para protegerte del COVID-19

Esta medida fue tomada en el año 2006 después de que se descubrieran las intenciones de realizar un ataque terrorista en la Gran Bretaña, gracias a la implementación de la Operación Overt, la cual se realizó entre la Agencia Central de Inteligencia (CIA), la Inteligencia Militar Sección 5 (MI5) y la policía de Londres.

Se descubrió que Abdulla Ahmed Ali, realizaba un viaje de regreso al Reino Unido, cuando revisaron su maleta, hallaron una botella que contenía una bebida color naranja. Cuando la revisaron a detalle, se percataron que tenía un hoyo diminuto y oculto el cual permanecía sellado. Se trataba de un compuesto químico con base en peróxido de hidrógeno, que funcionaría como explosivo.

Tras examinar el líquido llegaron a la conclusión que este estaba hecho con pilas y polvo naranja para que pasara desapercibido. Después Ali destacó que los blancos de ataque serían un total de siete vuelos, los cuales tenían como destino San Francisco, Toronto, Montreal, Washington, Nueva York y Chicago. Esta fue considerada una de los mayores complots terroristas jamás descubierto en Gran Bretaña.

Tras una ardua investigación, se descubrió el paradero del laboratorio clandestino que se encargaba de elaborar y distribuir este explosivo. Desde ese momento, varios gobiernos y aeropuertos optaron por un protocolo de seguridad que impidiera la posibilidad de un atentado en el futuro bajo esta misma forma.

Y después de investigaciones se determinó que 100 ml de líquido podrían causar daño al avión y a las personas a bordo, pero no sería suficiente como para provocar daño significativo y así poner en riesgo la integridad de toda la aeronave.